Los vandalismos, robos….. y todo lo que denunciemos sigue igual…. igual? No yo creo que va en aumento, no pasa un día que salga a dar un paseo que no vuelva a casa cabreada, es la palabra, el sábado como día nublado no quise ir demasiado lejos, fui a pasear y mis pasos me llevaron a la barriada de la Oliva, es una barriada por la que apetece transitar, pues está muy arbolada y posee diversidad de especies diferentes, en este momento están estrenando primavera, a pesar de la sequia los árboles se ven fantásticos. Será porque , esto me consta, muchos de sus vecinos los quieren y los tratan bien, hay que decir que no se libra de los arroja basuras, bolsas, latas, refrescos, y lo que haya que tirar, me decía una señora que se reúnen jóvenes por la noche y allí dejan su sello de identidad
Le hice una vista al árbol del amor, cuyas flores son rosaceas, casi blancas, esta cuajadito de ellas, es una preciosidad
De regreso entre en el parque de Celestino Mutis y aquí el sello de los amigos de lo ajeno, hay una zona de juegos para mayores, alrededor unos bancos de forja, bueno pues se han llevado los respaldos, quizás ese sea el comienzo
¡Ya, está bien!, alguien tiene que poner remedio a estos actos de destrucción y robo, no solo porque el arreglo tenga que salir de los sufridos ciudadanos, sino porque la ciudad merece un respeto y destruyendo no se va a ningún sitio
Paseas por la avenida y es raro el día que no faltan rejillas en sus alcorques
Vas por la ciudad y hasta las tapaderas de las arquetas se están llevando
En más de 40.000 euros se han valorado los destrozos del Parque de María Luisa en su plaza de América, hay que añadir sus carteles con los cristales protectores rotos, las pintadas por doquier, papeleras arrancadas y un sinfín. No nos saldría más económico poner una vigilancia en condiciones.
No sirve que dos veces al día se pasee en su coche la policía municipal, y que pase la policía a caballo luciendo el tipo y charlando amigablemente. Hace falta que haya vigilantes que vigilen y tengan la autoridad suficiente para arrestar a quien se lo merezca y jueces que le den su merecido. No hay que reírle la gracia, ni darle un premio, lo que se hace mal debe ser corregido de la forma más convincente para que no se vuelva a hacer, insisto los trabajos sociales, bien realizados y hasta el último céntimo del valor de lo destruido o robado, no con sangre pero si con sudor
Esto es algo que debemos tomar en serio. Si seguimos así veo Sevilla en ruinas, casi lo está
¡Qué lástima de ciudad!
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