domingo, 30 de enero de 2011

Modernizar sin destruir Sevilla

El Centro de Estudios Históricos de Andalucía recuerda las 17 "barbaries" contra el patrimonio de la ciudad y reclama que la modernidad se construya fuera del centro

A. S. AMENEIRO
ACTUALIZADO 30.01.2011 - 05:03



Estanislao Naranjo Infante, Rosa Mª Guallart, Carlos Murga, Israel Asencio, Rafael Sanmartín y Ricardo Morgado.

Siete de los 30 miembros del Centro de Estudios Históricos de Andalucía, una asociación de defensa del patrimonio, recorrieron ayer a pie algunos de los 17 puntos del centro de Sevilla donde, a su juicio, se han cometido "ataques y destrozos al patrimonio en los últimos años" por parte de todas las corporaciones municipales y, con más intensidad, en los últimos ocho años de Monteseirín. Según su presidente Rafael Sanmartín, el objetivo de lo que denominan "la ruta de la barbarie" es reclamar "que termine esa manía de deformar la ciudad y en el futuro se sea más respetuoso con un patrimonio cultural que es de todos y que merece la pena conservar". La entidad insiste en que todas las obras modernas que han estropeado el centro debían haberse construido y encajarían mejor en los barrios, fuera de la ciudad antigua.

La ruta comenzó a las 10:30 en la Plaza de Pilatos, donde el duque de Segorbe trasladó en 1996 los archivos de la Casa de Medinaceli a Toledo, pese a las protestas ciudadanas. Siguió por la Plaza de la Pescadería para retirar la denuncia sobre la "insensibilidad" de las farolas y el pavimento del proyecto de urbanización Piel Sensible. En la Plaza de San Pedro se criticó "el ensanche cutre" de la calle Imagen hace décadas con la "guinda" del Colegio de Arquitectos.

En la Encarnación, "el faraón desterrado de Berlín" que son las setas del complejo comercial Metropol Parasol, "un mamotreto innecesario" sobre restos arqueológicos. Continuó por el Palacio de Lebrija, en la calle Cuna, donde acabaron, como en otros palacios de la ciudad, buena parte de los restos de expoliados de Itálica. La entidad asegura que en este caso al menos se salvó el patrimonio del abandono.

En la Plaza de San Francisco, la fachada sur del Ayuntamiento sin acabar porque la ley no permite tocar los monumentos. En la Plaza Nueva, la Avenida y el Palacio de San Telmo, la asociación denuncia la destrucción de árboles para el tranvía y la destrucción de los hornos almohades en la Puerta de Jerez. En la Cartuja, el rascacielos que es la Torre Pelli también se incluye en la lista de despropósitos porque sobran oficinas y por su impacto en el casco histórico. En las murallas de la Macarena se denuncia su abandono. En la Catedral, la privatización del Patio de los Naranjos. También critican la conversión del teatro del Coliseo en un banco. En la Plaza de España, el cubo de grandes dimensiones que oculta la depuradora de agua. En el Porvenir, el cambio de las casas de 1929. En el Prado la biblioteca de los jardines y en San Bernardo, el olvideo de la antigua Fábrica de Artillería.




Francisco Rodríguez, es una de las personas que ha estado en contra de este proyecto, posee todo un dosier, aqui solo se ve una pequeñisima parte que el exhibe entre los articulos en su puesto en el mercado

miércoles, 26 de enero de 2011

Esconjuraderos


 

Mi amiga Ana María me envía un Power con un tema que me ha llamado tremendamente la atención pues a pesar de ser aragonesa, incluso de haber pisado alguna de estas edificaciones que voy a contar, no tenía ni idea de lo que eran, por lo que inmediatamente mi curiosidad innata me ha llevado a investigar y porque no? Aquí os lo cuento 



Los esconjuraderos son pequeñas construcciones de origen medieval, típicas del Pirineo, sobre todo del Pirineo aragonés, aunque también se pueden encontrar en algunos valles de Cataluña y el Pirineo francés

Se construían cerca de la iglesia del pueblo, especialmente de las ermitas, y son edificaciones generalmente cuadradas, con un tejado piramidal, aunque las hay también circulares, y en ocasiones tienen una cruz encima de la techumbre o dentro del edificio de piedra, seguramente para ayudar a invocar la ayuda divina y al mismo tiempo desechar la sospecha de rito pagano, tenían además cuatro aberturas orientadas a cada uno de los cuatro puntos cardinales

¿Pero para que servían estas pequeñas construcciones?

Los esconjuraderos se usaban para esconjurar

o conjurar cualquier tipo de mal que acechara al pueblo y lo mismo servía para un mal de ojo que para una maldición o para alejar a la peste. Pero su principal uso, para lo que se recurría con más frecuencia, era exorcizar las tormentas y conseguir ahuyentarlas, el miedo estaba mas que justificado por el pedrisco que algunas portaban, capaz de destruir cualquier cosecha y con ello el trabajo de gran parte del año. Una tormenta con piedra podía traer el hambre durante la estación invernal.

En Aragón podemos encontrar muchas de ellas, algunas en muy mal estado, otras han sido recuperadas

Vamos a hablar de dos de ellos: El esconjuradero de Cruz Blanca situado en el termino de San Cosme y sirviendo de linde por el Norte con el municipio de Coscullano, situado a 905 m. de altitud, tiene planta cuadrada, en mampostería, piedra tosca en los arcos y parte alta de los esquinazos, alero de ladrillo y teja árabe, en la pared este una pequeña hornacina que debió de servir para colocar los cirios encendidos que acompañaban el rito religioso y cuyo objeto era calmar las tempestades , y quizás para colocar alguna cruz o imagen que implicara protección a los frutos del campo.

Su construcción se sitúa en el S. XVIII y se cree que su ubicación se debe a estar en un punto de confluencia de todos los caminos correspondientes a los núcleos de alrededor: Almunia del Romeral, Los Molinos de Sipán, Loscertales, Coscullano, Aguas Y Panzano.

Su interior por haber sido utilizada para uso pastoril, está muy ahumada

En la Comarca pirenaica de Sobrarbe podemos disfrutar de los esconjuraderos de Asín de Broto, Burgasí, Campol, Asín, Guaso, Almazorre, Mediano y San Vicente de Labuerda

El esconjuradero de Mediano. Mediano en el siglo XIX era un pueblo, estilo medieval, próspero, situado junto al valle del rio Cinca, contaba con unas 15 casas y un molino junto al cauce, en la década de los años 20 del siglo pasado se comenzó a construir un pantano, que en un principio no proyectaba tocar el pueblo, La obra termino unos 40 años después, pero, al sufrir una modificación el proyecto, sumergió al pueblo lo que hizo que se tuvieran que ir los vecinos y algunos de localidades cercanas

MEDIANO (Huesca) UNA MEMORIA AHOGADA POR LAS AGUAS DEL CINCA

De Mediano solo quedo en pie la iglesia, su torre asomaba durante todo el año sobre el nivel del agua. Era un edificio del siglo XVI que combinaba el gótico con elementos renacentistas. Su puerta se tapió.

 
A pocos metros de la fachada principal se encontraba el esconjuradero, muy similar a todos los de la comarca, templete cuadrado, abierto a los 4 puntos cardinales con arquerías de medio punto. Se trataba de tres ventanas y una puerta.


Se desconoce su fecha de construcción sí, se data que fueron construidos entre los siglos XVI y XVIII

El problema entonces eran las tormentas, pues una de ellas podía arruinar el trabajo de parte del año. Todos los campanarios solían tener una campana dedicada a Sta Bárbara, abogada de las tormentas. Cuando la mujer sabia (bruja) , intuía la tormenta se tocaba la campana, el mosén o sacerdote acudía al esconjuradero con los vecinos para pedir protección a Dios

El Mosén, asperjando agua bendita hacia las nubes negras, decía una oración


 El zi, zas, puede indicar el asperjado de agua bendita


Vecinos de Mediano vuelven a oír tañer la campana de su pueblo



La campana de Mediano volvió a tañer ayer, 40 años después de que la iglesia que presidía y todo un pueblo quedaran anegados por las aguas de los ríos Ara y Cinca en el embalse de Mediano. Sonó durante unos minutos para alegría de los vecinos que han visto regresar este símbolo de su desaparecido pueblo y que a partir de ahora custodiarán en el salón social del nuevo Mediano que creció a los pies del pantano



Es aconsejable visitar estas construcciones en días despejados ya que por su ubicación gozan de las mejores vistas que no podríamos disfrutar en un día con niebla

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Leyendo y revisando temas sobre esta España nuestra muy dada a los mitos y las leyendas, resulta que este tema de una manera u otra atañe a casi toda la península, quizás porque el problema de las tormentas haya sido amenazador en toda ella, pero voy a destacar, me ha parecido bonita la historia de “La Mora” una campana de la catedral de Murcia, la más antigua de España, que además de tener dibujada la estrella de cinco puntas (pentalfa o péntaculo) símbolo pagano, judío de David, porta un conjuro “He aquí el signo de la Cruz huid enemigos, vence el león de la tribu de Judá, Cristo” corresponde a un canto religioso antiguo que se decía en las horas de rezo

Catedral de Murcia
Según su inscripción data de 1383, siete siglos de antigüedad la convierten en la campana más antigua de España


Se la llama la Mora porque fue utilizada para avisar de los ataques de los moros

Cuentan que cuando había amenaza de tormenta se hacían repicar las campanas en especial “la Mora” para proteger las cosechas de la tormenta y del granizo

No obstante, el conjuro se utilizaba para cualquier tipo de amenaza

Cuentan de esta campana que la diseñó un judío, la fundió un moro y la repicó un cristiano