Sevilla cuenta con un buen número de conventos de clausura con un rico contenido cultural, poco conocido incluso para los que son sevillanos o los que vivimos en ella, muchas veces pasas por la puerta o al lado de los muros de uno de estos espacios ignorando los tesoros que guardan en su interior y que nada nos indica desde el exterior su presencia
Esto ocurre con el Convento de Santa Paula, nada nos indica
desde el exterior su contenido interior. Este fin de semana junto con mis
amigos del Alamillo estuvimos visitándolo y disfrutando de lo que, yo
personalmente, no había visto
La orden está inspirada y fundamentada en el S. IV tiempos de
San Jerónimo y Santa Paula que edificaron los
monasterios de Belén. San Jerónimo vivió como cenobita, su ocupación,
orar, realizar trabajos bíblicos, atender a los peregrinos y refugiados en la
hospedería levantada por Paula, u
enseñar a monjes y monjas la
verdadera vida monástica
El convento es un monumento histórico, ubicado en la calle
Santa Paula dentro de casco histórico, de la ciudad de Sevilla muy próximo
a la parroquia de San Marcos y de otro
Gran convento, Sta Isabel, y alberga un
grupo de 27 Monjas Jerónimas, africanas, asiáticas, europeas y americanas, un
combinado de culturas que se han unido en un fin común de búsqueda y servicio a
Dios
La configuración del espacio es compleja debido a las
reformas llevadas a cabo, combina construcciones de un gran interés
arquitectónico, con otras sencillas y de uso doméstico, todas ellas en torno a amplios espacios vacíos destinados
a patio o jardines
Fue fundado por Dª Ana de Santillán y Guzmán, en el año 1473. Dª Ana tras quedarse viuda ingresó en San Juan de la Palma, y concibió la idea de un convento de clausura para la orden Jerónima. La bula la otorgó el Papa Sixto IV
Fue fundado por Dª Ana de Santillán y Guzmán, en el año 1473. Dª Ana tras quedarse viuda ingresó en San Juan de la Palma, y concibió la idea de un convento de clausura para la orden Jerónima. La bula la otorgó el Papa Sixto IV
Sobre 1483 la viuda del Condestable de Portugal, Dª Isabel Enríquez, promovió la edificación de
la actual iglesia del convento. En cuyos muros laterales se encuentran los sepulcros de Doña Isabel,
de su esposo y de un hermano de Isabel, con sus emblemas heráldicos
Ha sufrido numerosas reformas, ampliaciones y restauraciones y hay que
destacar la creación de un museo conventual, que es el único existente en una
clausura sevillana
El edificio cuenta con dos entradas, una abierta a través del compás de los locutorios, que permite el acceso a la puerta reglar, las
dependencias de las hermanas porteras, el museo conventual y la capilla del
Sagrado Corazón. La otra puerta de ladrillo, gótico-mudéjar con un azulejo de
la titular, permite acceder al compás que nos lleva a la Iglesia y otras
dependencias de servicio y la vivienda del capellán,
Merece destacar la portada de la iglesia, quizás una de las
más interesantes que se conservan en esta ciudad, estilo mudéjar y gótico con
algunos apuntes del renacimiento. Fue realizada por Pedro Millán y el ceramista
italiano Francisco Niculoso Pisano, encontramos arcos apuntados, almirez,
flameros y medallones
La iglesia de 1483-89 es de una sola nave, con cabecera alta
y coro alto y bajo, el gótico mudéjar queda marcado en sus cubiertas con
bóvedas nervadas muy decoradas de tracería gótica y un magnifico artesonado en la nave
realizado por Diego López de Arenas
El altar mayor es obra de José Fernando de Medinilla y está
presidido por Santa Paula, ya comentamos
que ven los laterales se encuentran los sepulcros de Dª Isabel Enriquez, su
marido y su hermano, en la lado izquierdo encontramos el retablo de San Juan
Evangelista, obra de Alonso Cano, la escultura de la imagen de San Juan es de
Juan Martínez Montañés, a los pies de este testero una magna pintura mural representado a San
Cristóbal atribuida a Alonso Vázquez. En el lado derecho vemos el retablo de San Juan Bautista, de Felipe Rivas,
la escultura central se atribuye
a Montañés. El otro retablo del santo Cristo de Felipe Ribas con un crucificado
atribuido a Pedro Millán y la Dolorosa de Gaspar Ribas
En su exterior destaca la espadaña de dos cuerpos es obra de
Diego López Bueno
Cuenta con dos claustro uno realizado por Diego López Bueno Siglo
XVII, época, en que se amplía el
convento ante el aumento de la comunidad y otro mas pequeño conocido
como patio viejo, existen otras estructuras, como lavaderos, ropería, noviciado, etc.
A través de otro portalón accedemos al museo conventual,
entramos en un pequeño compas en el que están situadas la sala de ventas de la
repostería que fabrican las monjas. Por una escalera pegada al muro accedemos a
las salas del museo donde se exhiben
Un lienzo de la flagelación de San Jerónimo S XVIII
Un calvario sobre tabla S. XVI
Una vitrina con ornamentos litúrgicos
Lienzo del ángel de la guarda de josé Risueño
San Juan Evangelista escribiendo el apocalipsis
Varias imágenes del niños Jesús, una de ellas dormido sobre
una calavera
Una escena de la visitación
Un gran lienzo con el tema adoración de los pastores
atribuido a Juan Do
Un san Miguel Arcángel, bustos del Ecce homo, la
Dolorosa,
Un suntuoso relicario en el que se ve u a cabeza de San Juan
Bautista llevada por ángeles sobre una peana de ébano y plata
Obra muy curiosa un nacimiento, de finales S XVIII, con
algunas figuras firmadas por Fernando de Santiago, en el figuran un conjunto de
escenas que van desde la expulsión de Adán y Eva del paraíso , la Anunciación,
la Visitación, la Huida a Egipto, la matanza de los inocentes, la Adoración de
los Reyes, el nacimiento, todo miniaturizado y cargado de detalles
Un lienzo de san jerónimo haciendo penitencia
Un lienzo de san jerónimo haciendo penitencia
El embarque de Santa Paula hacia la isla de Citerea
Esta declarado Monumento Histórico en 1931
Actualmente el grupo de monjas que habita el convento se
dedican a la preparación de dulces, Alfajores, cremas, gelatinas, membrillos, mermeladas,
magdalenas, tocinos de cielo, turrones, en sus distintas variedades. Comentan
que tienen una receta especial que han ido elaborando a lo largo del tiempo, pero que todas tienen
una parte en común; un secreto; pero un secreto que difunden y hace que sus cremas y mermeladas tengan
algo especial
Para que hagan felices a los que los degustan, ellas, agregan
4 tazas de amor
2 tazas de lealtad
3 Tazas de olvido de sí
2 Tazas de amistad
3 cucharadas de esperanza
2 cucharadas de ternura
4 partes de fe
1 barril de risa
Tomando el Amor y la Lealtad mezclarlo a fondo con la fe. Agregar ternura, bondad y
comprensión. Aderezar con amistad y esperanza. Condimentar abundantemente con
alegría, hornear con rayos de sol. Y añadiendo las mejores materias primas
Pueden adquirirse en el convento o a través de internet
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