Dando un paseo en el trenecito descubrí uno de los puntos mágicos de esta ciudad, me decia el guía muy convencido que la puesta de sol coincidente con los equinoccios era única en el mundo, yo la he grabado en el dia de hoy, lo siento no coincide con el dia deseado. No obstante mi innata curiosiidad me ha llevado a investigar el resto de los siete puntos mágicos que me han indicado, he comenzado por la colina de Santa Ana y aunque la cuesta para subir es de cierta consideración, el mundo no se ha hecho para los cobardes, podreis contemplar las fotos del paisaje que desde allí se divisa, puedo aseguraros que crei se me llevaba el viento pero mereció la pena
Desde donde se observa toda la Bahía de Cádiz.
Molino, fortín, ermita desde la que se alertaba a los chiclaneros de los ataques vikingos y moriscos
Rompiente de levante y poniente, rosa de los vientos
Punto dos. La Loma del Puerco
Donde se libró la “Batalla de Chiclana”. Contra Napoleón, miles de soldados de diversas nacionalidades regaron esta loma con su sangre
Punto tres. El templo de Hércules
Quizás el más mágico por su significación, su paisaje, su belleza, desde allí podemos contemplar los equinoccios de primavera y otoño, el sol se oculta justo detrás de la torre del Castillo de Santi Petri.
La placa que señala el Punto Mágico, dice
Caminante, desde aquí tus ojos contemplan hoy el mismo escenario que hace tres mil años contemplaron los fenicios y eligieron para construir su famoso Templo a Melkart (hoy castillo de Santi Petri) tu disfrutas ahora de este espectáculo único que tanto los fenicios como Aníbal y Julio César pudieron ver al atardecer durante los equinoccios de primavera y otoño, cuando el candente disco solar se ponía justo en la vertical del santuario de Hércules antes de que, según sus creencias, se apagaran las aguas del Atlántico con estruendosos chirridos
Punto cuatro. Punto Mágico de las salinas
El punto mágico está en la zona conocida como la Batería Colorá (Pinar de los Franceses, justo en la zona donde estuvieron las baterías francesas que sitiaban Cádiz). Desde donde podemos divisar parte del Parque Natural de la Bahía de Cádiz.
Los Chiclaneros obtuvieron el pescado y la sal de estas salinas y esteros. Y por esta red de caños se llevo a los pueblos de la bahía el aceite, el vino, frutos y hortalizas de sus huertas.
Punto cinco. Miralmar.
Es un mirador sobre una colina, camino de Conil
Desde esta colina puede divisarse: la mar, la bahía, Chiclana, y su campiña, donde Paquiro tuvo sus viñas y la cañada nos lleva a la lagunas de Geli y Montellano. Aquí los marineros la llamaron Miralmar
Punto seis. El Carrascal
Con vistas a las zonas de La Banda y El Lugar, se vislumbran la colina del castillo en un lado, la parroquia Mayor, la colina de la Huerta del Rosario y la carretera de Medina, en la inmensidad del campo. Allí se ubica el Pozo de las Asomadas (o Pozo del Elegido) utilizado otrora como abrevadero del ganado
El pasado agrícola tuvo aquí la feria del ganado. Aunque los animales de carga se han cambiado por vehículos a motor y los antiguos negocios agrícolas por naves industriales. El rio Iro sigue separando y uniendo a la Banda y el Lugar
Punto siete. La Espartosa
Cerca a los depósitos de agua municipales, recuerdo de Chiclana de hace siglos
Este mar de copas verdes que desde aquí contemplamos, pinares de Hierro y Claverán, era visión natural en toda Chiclana antigua. Bosques de algarrobos, olivos, alcornoques, chaparros y encinas poblaban por doquier
galeria de fotos, verano en Chiclana
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