Es el eslogan de la campaña que
intenta lograr no se viertan las toallitas húmedas por los inodoros ya que al
parecer originan atascos con las consiguientes emergencias, según informa
una compañía catalana estas toallitas están fabricadas con fibras muy
resistentes, por lo que tardan mucho tiempo en deshacerse, mucho más tiempo que
el papel higiénico y se lían con otros residuos que tampoco deberían ir al
váter, como cigarrillos, tampones, bastoncillos de algodón y compresas
Afirman que el 46% de las
emergencias registradas por la compañía en 2015 tenían relación con las
toallitas húmedas y el 80% de los servicios de tuberías son provocados por los
atascos de estos residuos. El peligro de estas toallitas húmedas viene del
producto con el que se fabrican, que no es celulosa, como el papel, sino una mezcla
de fibras sintéticas
Con la campaña se pretende
concienciar a los ciudadanos de los problemas que ocasiona el vertido de las
toallitas y otros productos de higiene personal que llegan a la depuradora y
contribuir a un cambio de hábitos que resultaría beneficioso para el medio
ambiente
La campaña se va a realizar en 5
municipios en los que se repartirán papeleras para que los ciudadanos depositen
en ellas estos residuos con el lema “El váter no es una papelera” se evaluará
la eficacia de la iniciativa analizando si disminuye la presencia de toallitas
en la depuradora
Este es un tema comentado no solo
en Cataluña, sino, en el resto del país, yo sugeriría que ante la demostración
del perjuicio que causa este producto, si de verdad las autoridades están por
la vía de defensa del medio ambiente y, porque no mencionarlo del ahorro
evitando averías y atascos, deberían obligar a que estas toallitas dejen de
fabricarse o se hagan con materiales de más fácil eliminación, una vez en la red,
estas toallitas, se unen formando
grandes madejas que hacen de tapón y que pueden alcanzar metros de longitud.
Una maraña enredada que, incluso daña el bienestar ecológico del sistema, al margen
de daños en bajantes comunitarios, tuberías y estaciones de bombeo.
Quizás pensemos que tirando una
de estas toallitas al día no perjudicamos, pero si eso lo pensamos todos podemos
imaginar la cantidad de toallitas que circulan por nuestras redes de desagües, En
muchos envases podemos observar que pone desechables
o biodegradable, y quizás lo sean,
pero a un plazo mucho mayor que la celulosa del papel higiénico
Parece que los ciudadanos somos
niños pequeños inconscientes de nuestro entorno y a la vista de cómo están las
calles difíciles de educar
Las autoridades deberían, Para
eso son elegidas, concienciar a los ciudadanos, recuerdo un viaje que hice a mi
ciudad Huesca, en el que recorrí la provincia con la radio del coche conectada
a una emisora local, en cada pausa además de anuncios se recordaban dos cosas,
la peligrosidad de la zona para el que no la conociese, me refiero al Pirineo,
y la necesidad de no tirar por los desagües ni aceite ni colillas, en Sevilla
lo he comentado muchas veces y siempre he constatado que aunque hay personas
que lo seguirán haciendo porque es su condición, la gran mayoría que lo hace
por desconocimiento van a cambiar sus hábitos,
de hecho me siento feliz de haber cambiado el hábito de algunos amigos y
conocidos
Por parte de la administración no
solo hay que colocar un contenedor la mayoría de las veces en sitio inoportuno,
sino procurar que este reúna condiciones suficientes para que los productos no
se derramen al exterior, alrededor de algunos contenedores de aceite da pena
verlos, no solo producen olor y mala visión, también pueden producir caídas
También hay que concienciar a los
vecinos de su uso y su correcta utilización
En un ayuntamiento levantino prohíben
tirar toallitas húmedas al váter, la nueva ordenanza impone sanciones que
pueden llegar a los 3.000 € en caso de daños a la red
No soy amiga de prohibir, si de facilitar
y convencer
Desde aquí invito a las
administraciones a que como comienzo y en bien de nuestro medio ambiente exijan
a los fabricantes cambien el material con que se fabrican estas toallitas y
convenzan a los ciudadanos de que las colillas, los tampones, las compresas y
ese etc. no se deben tirar por los
desagües. De gran importancia que las normas no solo se dicten, sino que se hagan cumplir
También recomendaría a LIPASAM
empresa encargada de la limpieza en esta capital sevillana que haga saber a
todos sus empleados que las colillas, que los maleducados ciudadanos tiran en
la calle no se deben echar por las rejillas de los desagües. Y que lo hagan
cumplir. He visto quien lo hace
Hay que conseguir las buenas
practicas por parte de todos y conseguir que las personas que procuramos seguir
unas normas de convivencia no nos veamos agredidos por quien no las cumple
Fuente
consultada : Medio ambiente, imágenes de la red
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