Sevilla.-
Fundada sobre el año 900 A.C. era muy vulnerable a los ataques enemigos al
estar ubicada en medio de una llanura fluvial, para defenderse
de este peligro se levanto a su alrededor
una muralla protectora
Para
su construcción se utilizó una amalgama de piedras, trozos de ladrillo o
cerámica, arena y mortero de cal
Colocaban
dos tableros de madera verticales y
paralelos, a una distancia igual al grosor del muro, sujetando uno a otro con
unos palos de madera como travesaños,
denominados Agujas, formaban así un molde que luego rellenaban con la amalgama
Se
ha podido comprobar en los restos que todavía se conservan que este sistema
hizo que existieran zonas de diferente calidad, sobre todo dependiendo de la distancia al
La
primera noticia escrita que se tiene de la existencia de la muralla es del año
49 AC aunque se cree que su existencia es anterior pues parece que los
cartagineses que huían de Escipión el Africano, al ser derrotados en Alcalá del
Río., ya habrían buscado refugio en
ellas
En
el transcurso de su estancia en Sevilla; Julio Cesar, pudo ampliar la antigua
muralla. Se han encontrado restos en
zonas del centro, calle Laraña, proximidades de Santa Catalina que podrían
pertenecer a ese muro, pero no está confirmado
Los
restos de muralla con que se cuenta actualmente pertenecen a la que levantaron los Almorávides y los Almohades S. XII y
XIII
La
construcción de esta muralla fue un proyecto colosal en ese momento, cuenta con
un ancho de dos metros y medio y una
longitud de 7.314 metros que establecieron el límite del casco histórico de esta ciudad
Se
tiene claro que se concibió como elemento defensor de la ciudad. En su aspecto primitivo también existían fosos inundados y puentes levadizos
La
diferencia entre la muralla original y la que conocemos está precisamente en el
diseño de las puertas. No eran grandes arcos, eran salientes del muro en cuyo
lateral se abría un acceso. Tras traspasar
el mismo y a través de una puerta colocada en sentido perpendicular se
entraba en la ciudad
De
las cuatro puertas que hoy siguen en pie, es la de Córdoba la única que
mantiene las trazas originales
Existen
referencias de la existencia de puertas secretas, desconociéndose la ubicación
exacta, se ve lógica su existencia dada la finalidad defensiva de la cerca, y
su finalidad sería facilitar la huida recurso al que tiene que aferrarse en última instancia quien
necesita defenderse
Se
desconoce exactamente el número de puertas con que contaba la muralla de
Sevilla. Pero se han contado veinte entre las originales, las que se abrieron para facilitar el tránsito y las que surgieron como consecuencia de
algún derrumbe accidental
Actualmente
contamos con cuatro: el Arco de la Macarena, el Postigo del Aceite, la Puerta
de Córdoba y la Puerta de la Victoria o Arquillo de la Plata
En
el siglo XVI las puertas originales de la muralla se sustituyeron por otras más
amplias y suntuosas, posiblemente porque la finalidad defensiva de la muralla
había dado paso a tener un carácter
simplemente administrativo, convirtiéndose en aduanas, la defensa que ejercía sobre la ciudad era
sobre las crecidas del Guadalquivir o de las epidemias. Para introducir
mercancías en la ciudad debía de abonarse un impuesto. Solo algunas puertas
estaban siempre abiertas, otras se abrían
con la salida del sol y se cerraban con el ocaso
Consecuencia de desafortunadas reformas urbanas, en la
segunda mitad del S. XIX sobre todo durante la revolución Gloriosa de 1868, la
mayor parte de la muralla y sus puertas cayeron víctimas de la piqueta, se
justificó diciendo que impedían el desarrollo
de la ciudad frenando el progreso
Fuentes consultadas: Puertas de Sevilla "Ayer y Hoy" Exp Antiqvarivm , y Leyendas de Sevilla
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